Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el saldo superará en 10,3 millones de toneladas al máximo histórico precedente, registrado en 2021.
Los pronósticos relativos a las producciones de trigo en Rusia y Türkiye y a la de maíz en los Estados Unidos tienden al aumento, mientras bajaron ligeramente los correspondientes a Argentina y Brasil.
También los análisis aputan a una merma en el maíz cosechado en México y la Unión Europea, precisó el reporte.
En tanto, la producción mundial de arroz en 2023-2024 crecerá un 0,8 por ciento en relación con la pasada campaña de comercialización, estimó la FAO.
De cara a la próxima campaña, el organismo destacó que en los países del hemisferio norte están sembrando el trigo de invierno de 2024 y, atendiendo a la disminución en los precios de los cultivos, el incremento de la superficie podría ser limitado.
En el hemisferio sur ejecutan actualmente las siembras de los cereales secundarios de 2024, aunque de forma más lenta en Brasil y con un repunte en Argentina, detalló la fuente.
A escala global, abundó la FAO, la utilización total de cereales en 2023-2024 será de dos mil 813 millones de toneladas, esto es, un 1,1 por ciento más que en 2022-2023.
Al cierre de las campañas en 2024, las reservas mundiales de cereales registrarán un alza de 2,7 puntos porcentuales frente a sus niveles de apertura y marcarán un nuevo máximo histórico, indicó el análisis.
De acuerdo con los pronósticos más recientes, la relación entre las reservas internacionales de cereales y su utilización en 2023-2024 se situaría en el 30,8 por ciento, lo que indicaría un nivel de suministro cómodo en general.
Los mismos cálculos sostienen que comercio global de cereales en 2023-2024 disminuirá ligeramente hasta los 468,4 millones de toneladas, para un declive de 1,8 porcentuales frente al período 2022-2023, notificó la FAO.
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