Medios locales indicaron que el ataque apuntó también contra posiciones de las fuerzas aliadas del gobierno sirio.
Al menos siete efectivos progubernamentales sirios murieron en la acción bélica, mientras al menos 20 de los extremistas fueron neutralizados, puntualizaron.
Fuentes militares consultadas por Prensa Latina indicaron que los radicales atacantes procedían de la región de Tanef donde están desplegadas fuerzas de Estados Unidos.
Por otro lado, se produjeron violentos choques entre bandas de Daesh y el ejército en las zonas desérticas de los municipios de Palmira y Sukhna en el este de la provincia de Homs, y en el desierto occidental de la gobernación de Deir Ezzor.
Asimismo, cazas sirios y rusos lanzaron varias incursiones contra fortificaciones de este grupo en la profundidad del desierto.
A medianos de noviembre pasado, las Fuerzas Armadas de Siria rechazaron ataques esporádicos de Daesh contra las posiciones militares en la zona de Rasafeh ubicada en el sur de la provincia de Raqa, donde al menos 30 terroristas murieron y tres militares sirios perdieron la vida.
A principios del mismo mes, al menos 20 uniformados murieron en ataques simultáneos de Daesh contra varios puntos de los reglares en la misma zona.
Mientras un atentado en agosto pasado contra un autobús causó la muerte de al menos 25 regulares, en la carretera de la Segunda Planta de Bombeo de Petróleo, al sureste de la provincia de Deir Ezzor.
El Gobierno acusó en varias ocasiones a las fuerzas del Pentágono y los grupos armados ilegales que patrocina en esta nación de estar detrás de los ataques terroristas contra posiciones militares y comunidades civiles.
En la vasta región de Al-Badieh, se incrementan los ataques de Daesh, una organización inscrita en la lista del terrorismo internacional, cuyos integrantes, según denuncias de Damasco, reciben apoyo logístico, protección e información de inteligencia por parte de los militares norteamericanos en la zona de Tanef, en el este del país.
Según analistas, el Daesh recurre, desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y ataca apoyado en claras instrucciones de inteligencia para desgastar a las tropas sirias y sus aliados.
Siria enfrenta una guerra impuesta desde 2011, y aunque su ejército, con el apoyo de sus aliados Rusia e Irán, liberó la mayor parte del territorio nacional de los radicales, ocurren algunos ataques que Damasco atribuye a grupos apoyados desde el exterior para seguir desestabilizando al país.
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