Música, exhibición de películas, concursos, artes visuales y escénicas, habitan bajo la rica herencia literaria de Reino Unido, pues la edición actual está dedicada a la literatura británica de fantasía y al escritor J.R.R. Tolkien, conocido principalmente por ser el autor de El hobbit y El Señor de los Anillos, en el contexto del aniversario 50 de su partida física.
Uno de los grandes atractivos de la cita y muy recomendado fue el espectáculo musical Tolkien en La Habana, inspirado en la obra de Howard Shore, compositor de la banda sonora de la trilogía cinematográfica El Señor de los Anillos.
El concierto fusionó ritmos autóctonos como el danzón, el mambo y el cha cha chá, en las interpretaciones del multinstrumentista cubano Janio Abreu, unido a la Orquesta de Cámara de La Habana y al Coro del Teatro Lírico Nacional.
Auspiciado por la embajada británica y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, el recital recorrió por primera vez en Cuba esas emblemáticas armonías que habitan en el imaginario de millones de cinéfilos.
A esta presentación se sumó la exhibición del gustado filme en su versión extendida, en un evento organizado por la Cinemateca de Cuba.
También destaca el espectáculo La Cenicienta según los Beatles, que se repite este domingo protagonizado por la Compañía Infantil de Teatro La Colmenita; el Taller de lectura y escritura sobre literatura de fantasía para niños y niñas del Proyecto Akokán, entre otras propuestas.
La semana cultural británica evidenció la hermandad existente entre ambas naciones, así quedó refrendado en la apertura, el martes pasado, en la Plaza de Armas del Centro Histórico habanero, donde además se inauguró la exposición de artes visuales TocoGrifo, Tolkien y la insularidad imaginada, con el Castillo de la Real Fuerza a su espalda.
En ese encuentro, la directora general adjunta de la Oficina del Historiador, Perla Rosales, recordó el sueño de Eusebio Leal de realizar un libro con la historia común entre ambos países.
El eminente historiador deseaba resguardar la presencia británica en Cuba, todo lo que ella significó para esta nación, con imágenes de los objetos cubanos atesorados por ellos y los que aquí se conservan.
Para promover lo atractivos textos colmados de magia, criaturas e inigualables personajes, la embajada británica adquirió más de un centenar de libros originales que serán otorgados como premios en diversos eventos y donados a proyectos locales.
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