Con la convicción de que la crisis climática sigue superando los esfuerzos por contenerla, el mundo está a la espera de que la cita emita una declaración contundente en acciones y medidas concretas, que materialicen trascendentales propuestas acordadas en el transcurso de las dos semanas de debates y presentaciones de proyectos e iniciativas.
La jornada de este lunes estará dedicada a la presentación y debate de los Sistemas Nacionales de Transparencia, listos para instalar como bien público digital en la lucha contra el cambio climático, y proseguirá el trabajo de los negociadores encargados del documento y los acuerdos finales de la Conferencia, que arrancó el pasado 30 de noviembre.
Para el presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, esta cita puede lograr grandes cosas y luego de llegar a un consenso el primer día sobre el fondo de compensación y daños, ahora toca buscar consenso en el resto de la agenda.
Al comentar sobre el borrador del documento final, denominado Balance Global, dijo que estaba «bastante positivo, esperanzado y optimista» en cuanto a que la cumbre podría traer un cambio de paradigma centrado y basado en la ciencia.
Las expectativas son altas, agregó, y se refirió a una carta firmada por más de mil científicos, directores ejecutivos, pueblos indígenas, alcaldes, gobiernos, jóvenes, profesionales de la salud y líderes religiosos, todos instando a las partes a unirse en torno a una respuesta rápida a la Evaluación Global.
Por estos días muchas fueron las voces que pidieron un plan concreto que haga realidad el Acuerdo de París de 2015, así como dedicación y concentración en las acciones relacionadas con la mitigación para mantener el objetivo de 1,5 grados.
Tal fue el caso del ministro danés de Clima, Energía y Servicios Públicos, Dan Jorgensen, quien aseguró que las palabras en un trozo de papel no salvarán por sí solas el clima, “pero si nos ponemos de acuerdo, si decidimos, podemos hacer que estas palabras tengan un peso real. Hacer que instiguen un cambio real. Marcar una diferencia real”.
En su opinión, “no podemos negociar con la naturaleza, el clima no puede ser comprometido. No hay argumentos. Ningún razonamiento político o económico detendrá el aumento de la temperatura”.
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