Según la asesoría del senador Renan Calheiros, hay intenciones para establecer la CPI, pero, sin embargo, de acuerdo con el legislador, no hay confirmación exacta de la fecha y hora para el inicio de las actividades de indagación.
La incertidumbre sobre la agenda ocurre en función de la falta de una definición a ser tomada por otro senador, Otto Alencar, miembro más antiguo a participar de la comisión y responsable de presidir la primera reunión de instalación.
Calheiros confirmó que habrá cita este martes para discutir sobre la composición de los cargos.
Se espera que la junta esté presidida por el senador Omar Aziz y Calheiros llegar a ser el ponente, repitiendo la clasificación de la CPI de la Covid-19.
Interrogado al respecto, este último respondió que no elabora ningún informe y está muy satisfecho como miembro, pero la definición sobre el tema se hará en la reunión de este martes.
El proceso de investigación debe ocuparse de los posibles crímenes que puedan haber sido cometidos por Braskem, empresa petroquímica de actuación global. Una mina de sal de roca, perteneciente a esa compañía, colapsó el domingo en Maceió sin reportarse víctimas.
Un video distribuido por las autoridades muestra un repentino y turbio burbujeo del agua en la laguna de Mundau, en el barrio de Mutange, lo que refleja la ruptura del yacimiento.
De acuerdo con la Defensa Civil de la zona, la mina 18 de Braskem sufrió una ruptura a las 13:15 hora local del 10 de diciembre.
La cantera y todo su entorno están desocupados desde el primer aviso de riesgo de colapso en la región, divulgado el 29 de noviembre.
Ante los hechos, Calheiros señalo que habría diversos conflictos de interés presentes en los acuerdos hechos por la petroquímica y las instituciones del poder público.
«La CPI es un instrumento para construir una solución para que Braskem pague por los crímenes que cometió. Hay conflictos de interés para todos los lados y eso es lo que obstaculiza una solución global, en primer lugar, favorable a las víctimas y seguido por los municipios de Alagoas», alegó.
Durante una entrevista concedida recientemente a la televisora CNN Brasil, el alcalde de Maceió, João Henrique Caldas, atribuyó la responsabilidad a Braskem que comenzó a operar en Maceió en la década de 1970.
«Esta explotación depredadora continuó agresivamente. Faltó fiscalización por parte de los órganos competentes de manera más contundente», denunció.
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