En su tercera sesión plenaria extraordinaria, tras los argumentos de ilegalidades, 76 diputados ratificaron la aprobación de la Ley con las diferentes partidas para el próximo período anual, 16 se opusieron y 68 estuvieron ausentes.
Entre los temas señalados como inconstitucionales en el presupuesto destacó la manera en que se certificó, pues el pasado 30 de noviembre no se hizo una votación por cada artículo sino por títulos, subrayaron.
Las enmiendas avaladas a último minuto no se leyeron en su totalidad, por lo cual los legisladores definieron sin conocer su contenido, además de la asignación discrecional de fondos a organizaciones no gubernamentales de reciente creación, ampliaron contra el documento.
Sin embargo, durante la sesión solo la diputada Sonia Gutiérrez, jefe de bloque de Winaq, argumentó su rechazo ante el Presupuesto Nacional del 2024.
Preguntó en qué momento fue discutido, “cuando notoriamente pudimos ver por parte de quién estaba dirigiendo esa última sesión, que se evadió cualquier discusión que muchos diputados quisimos hacer, pero se nos vedó el uso de la palabra”.
El presidente electo, Bernardo Arévalo, sector empresarial, organizaciones indígenas, académicas y sociales mostraron su preocupación por las repercusiones a futuro del presupuesto aprobado para 2024.
El abanderado de Semilla y sociólogo de profesión calificó de absurdo, corrupto e ineficiente el documento, “una traición directa a los valores y necesidades del pueblo”.
Expresó que los diputados actuaron en contra de los intereses y el bienestar de la ciudadanía de Guatemala, y agregó que la responsabilidad constitucional de estos era proteger y servir a la nación, pero eligieron el camino de corrupción y traición a su patria.
Arévalo pidió al mandatario actual del país, Alejandro Giammattei, vetarlo, y evidenciar su interés por un proceso de transición justo y transparente, en beneficio del pueblo de Guatemala.
Analistas explicaron que si los congresistas hubieran aceptado las objeciones, quedaría en manos del nuevo Gobierno el presupuesto del presente año, sin tantas trabas e incongruencias como el aprobado.
El diputado Boris España, vicepresidente del Congreso, canceló la sesión por falta de quórum para la discusión de los siguientes puntos y planteó que no descarta volver a reunirse para elegir magistrados del Tribunal Supremo Electoral.
Eso si la Corte de Constitucionalidad ordena tal proceder, enfatizó tras el retiro de la presidenta Shirley Rivera, y saludó a sus compañeros para las fiestas navideñas y de fin de año.
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