Biden se refirió al tema de los cambios, pero la víspera legisladores del Capitolio hablaron sobre esta posibilidad para garantizar que los republicanos respalden el paquete de ayuda militar no solo para Ucrania sino también para Israel antes de que abandonen Washington el viernes por el receso de fin de año.
Entre las fuertes modificaciones que estarían bajo la lupa de las negociaciones se incluyen una nueva autoridad para expulsar a los inmigrantes en la frontera sin aplicar el asilo, así como una gran expansión de las detenciones y las deportaciones de inmigrantes, según destacan medios locales.
El financiamiento adicional que espera en el Congreso es un paquete de 106 mil millones de dólares destinado a Ucrania (más de 61 mil millones), Israel (15 mil millones) y Taiwán, así como para reforzar la vigilancia fronteriza y contratar más funcionarios de inmigración.
Los republicanos culpan al actual mandatario de la crisis con los cruces de migrantes indocumentados a lo largo de la frontera sur, que en lo que va de 2023 han alcanzado cifras récord.
Biden dijo en una conferencia de prensa la víspera que su equipo de gobierno trabaja con los demócratas y republicanos del Senado para tratar de lograr un compromiso bipartidista, tanto en materia de política como de recursos para asegurar la frontera.
Ayer Biden recibió en la Casa Blanca a su par de Ucrania, Vladimir Zelensky, en una movida que trató de presionar la aprobación de esa ayuda en el Capitolio.
Pero el visitante, que realizó su tercer viaje en poco más de un año a la capital estadounidense, terminó su periplo sin obtener los fondos.
No obstante, algo pudo echar en su cartera, porque Biden firmó un desembolso de 200 millones de dólares del Departamento de Defensa para transferirlo a Ucrania. Ese monto forma parte de un presupuesto que está a punto de agotarse.
Rusia ha hecho continuas denuncias sobre el papel de Estados Unidos en el conflicto con el respaldo financiero a Kiev, algo que para Moscú aleja las posibilidades de alcanzar la paz.
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