El 14 de diciembre de 2012, “en cuestión de minutos, un tirador armado con un arma de guerra se cobró la vida de 20 estudiantes de primer grado que tenían toda la vida por delante y de seis educadores que sacrificaron valientemente su propia seguridad para proteger a sus alumnos”, dijo al referirse al tiroteo masivo en Sandy Hook, en Newtown, Connecticut.
Biden subrayó: “no deberíamos tener que vivir así” y comentó que su administración está implementando la Ley Bipartidista de Comunidades más Seguras, a través de la cual se han tomado “docenas de acciones ejecutivas”.
Señaló que este otoño estableció la primera Oficina de Prevención de la Violencia Armada de la Casa Blanca para tomar todas las medidas disponibles para salvar vidas, pero admitió que no es suficiente.
“No podremos proteger a los estadounidenses de la amenaza de la violencia armada hasta que el Congreso haga su parte y tome medidas comprobadas y de sentido común, como aprobar verificaciones de antecedentes universales, prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, y más”, enfatizó el mandatario.
Recordó que los niños que perdieron la vida en el fatal tiroteo en la actualidad “deberían ser estudiantes de último año de secundaria, soñando en grande y a punto de embarcarse en su vida adulta”.
Nuestra nación tiene una deuda de gratitud con los valientes sobrevivientes, sus familias, los socorristas y los funcionarios de Connecticut que convirtieron su profundo dolor en acción, apuntó el gobernante, de acuerdo con un comunicado de prensa de la mansión ejecutiva.
La matanza en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown fue ejecutada por Adam Lanza, un joven que antes de abrir fuego en la escuela había matado a su madre, Nancy Lanza, en la casa donde residían.
Lanza usó un rifle Bushmaster modelo XM15-E2S durante el tiroteo y se encontraron tres armas junto a su cuerpo.
El ciclo de la violencia armada en centros escolares de Estados Unidos es un trauma difícil de superar, en especial para muchos jóvenes, publicó en febrero de este año el diario The New York Times.
Muchos sienten que ese es un ciclo que se repite y no falta razón. En lo que va de 2023 ocurrieron al menos 80 tiroteos masivos en escuelas del país, de esa cifra alrededor de 29 se reportaron en universidades, el más reciente en la de Nevada, Las Vegas, donde un profesor mató a tres personas e hirió a otras de gravedad.
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