Los republicanos de la Cámara de Representantes, donde son mayoría, advirtieron que no darían su brazo a torcer respecto a la solicitud de Biden de más dinero para Ucrania e Israel si antes no hacía cambios drásticos en las medidas de asilo y seguridad en la frontera.
Medios locales de prensa señalan este jueves que, al parecer, hay avances en las negociaciones y lo que no pocos temen es que las concesiones del presidente demócrata lo lleven directo a políticas antiinmigrantes como las aplicadas por su antecesor, Donald Trump, durante su mandato (2017-2021).
El ocupante del Despacho Oval, quien recibió el martes al presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, en la Casa Blanca, reiteró que estaría dispuesto a cambios en la política fronteriza si obtuviera los fondos para Kiev.
Esto lo colocaría en una vulnerable posición porque estaría atacando uno de los puntos más sensibles de su agenda de gobierno; sin embargo, todo indica que las urgencias harán que los demócratas apoyen disposiciones que antes criticaban.
La mansión ejecutiva estaría dispuesta a elevar el estándar de miedo creíble para los solicitantes de asilo, incrementar el número de deportaciones y ampliar las detenciones de migrantes, lo que en su conjunto marcaría un giro significativo en las leyes de inmigración.
«Los republicanos están enfrentando a grupos vulnerables entre sí para implementar políticas de armamento fuerte que exacerbarán el caos en la frontera sur. Instamos a la administración Biden a que diga no”, alertaron el senador Alex Padilla y la presidenta del grupo hispano del Congreso, Nanette Barragán, ambos demócratas de California.
En el Capitolio siguen estancados 106 mil millones de dólares de ayuda pedidos por Biden, de ellos más de 61 mil se destinarían a Ucrania y alrededor de 15 mil a Israel.
El tiempo corre en contra. Mañana los congresistas deben abandonar Washington en un receso que se extenderá hasta la segunda semana de enero de 2024.
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