La voluntad de ambos gobernantes de dialogar responde a la solicitud formulada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Comunidad de Estados del Caribe (Caricom), dos mecanismos de carácter regional que apuestan por el diálogo y la convivencia pacífica entre los Estados.
En carta enviada a Maduro y Alí por el presidente pro tempore de la Celac, Ralph Gonsalves, expuso que los dos bloques latinoamericano y caribeños “consideran necesario y deseable facilitar la convocatoria”, la cual está fijada para las 10:00, hora local.
Los líderes de la Celac y Caricom evaluaron la necesidad urgente de reducir la escalada del conflicto e “instituir un diálogo (cara a cara) apropiado”, indicó el también primer ministro de San Vicente y las Granadinas.
Subrayó que ambos gobernantes coincidieron en la “búsqueda de la coexistencia pacífica, la aplicación y el respeto del Derecho Internacional y la evitación del uso o la amenaza de la fuerza”.
Ambos tienen constancia pública de su compromiso con el Caribe como Zona de Paz y el mantenimiento del Derecho Internacional, expresó.
Al reconocer que “nunca es fácil la resolución de viejas controversias” en tiempos contemporáneos desafiantes, Gonsalves sugirió a las partes “recurrir a la sabiduría proverbial de Salomón, la paciencia de Job y la previsión de todos los profetas antiguos para engendrar buena vecindad en paz, justicia, seguridad y prosperidad”.
Expuso que mientras Guyana busca la resolución de la controversia fronteriza a través de los procesos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Venezuela rechazó el camino de la CIJ como modalidad de resolución.
El 1 de diciembre el alto tribunal de la ONU pidió por unanimidad a Caracas y Georgetown de abstenerse a cualquier acción que pueda “agravar o ampliar la disputa”.
La resolución notificó también que Venezuela “deberá abstenerse de tomar cualquier medida que pueda modificar la situación que prevalece actualmente en el territorio en disputa” y que “Guyana administra y ejerce control sobre esa zona”.
Los dos Estados vecinos mantienen la querella territorial por ese espacio de casi 160 mil kilómetros cuadrados desde hace más de un siglo y en las últimas semanas subió de tono con la denuncia por la parte venezolana de licitaciones a trasnacionales petroleras en aguas no delimitadas.
La República Bolivariana celebró un referendo consultivo el pasado 3 de diciembre con la participación de más de 10,5 millones de personas, cuyos resultados derivaron en la adopción de nueve medidas y la aprobación de seis decretos por parte del Gobierno venezolano.
Guyana interpretó ese ejercicio de consulta como una amenaza para lo que consideran su espacio territorial y denunciaron que Caracas busca en su lugar medidas unilaterales para “resolver” la controversia mediante la “anexión e integración” de la zona en cuestión.
El canciller venezolano, Yván Gil, declaró que su país asistirá a la reunión de hoy “con muchas expectativas, alegría, ánimo de paz y de conciliación”, porque quiere la resolución de la controversia “en paz, bajo el respeto de los canales diplomáticos, de la ley internacional” y evitar que el conflicto sea abordado por terceros.
En un comunicado del 9 de diciembre último, el Gobierno guyanés aseguró que siempre ha estado comprometido “con la paz y la seguridad internacional y la promoción de relaciones de buena vecindad”, y reiteró que la frontera terrestre “no está sujeta a discusión, ya que actualmente está ante la CIJ».
El Presidente dejó “explícitamente claro” que el caso ante la Corte no será un tema para discusiones bilaterales, afirmó la nota.
Está previsto que a la cita de este jueves concurran, además, los primeros ministros de Dominica, Roosevelt Skerritt, y de Trinidad y Tobago, Keith Rowley (lo confirmó ayer un comunicado de su oficina); la jefa de gabinete del secretario general de la ONU, Courtenay Rattray; y un alto representante de Brasil, entre otros.
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