De acuerdo con la revista Journal of Mammalogy, la capacidad del ser humano para cazar animales grandes, y no un cambio drástico en el clima provocó esta lamentable situación.
“Con inteligentes técnicas de caza y armas especialmente construidas, perfeccionaron el arte de matar incluso a los mamíferos más peligrosos. Pero, desgraciadamente, el gran éxito de nuestros antepasados se produjo a expensas de los demás grandes mamíferos”, subrayan los investigadores de la Universidad de Aarhus, Dinamarca.
Los primeros humanos modernos emigraron en masas fuera de África, y llegaron a la fría taiga, selvas y desiertos, en ese proceso de colonización del mundo, numerosas especies de animales grandes se extinguieron, pero más adelante en el tiempo, siguieron aniquilando a este tipo de ejemplares.
La nueva investigación revela que los mamíferos enormes que sobrevivieron también experimentaron una disminución dramática.
Al estudiar el ADN de 139 especies vivas de grandes mamíferos, los científicos demostraron que la abundancia de casi todas ellas disminuyó drásticamente hace unos 50 mil y nunca más se recuperaron.
“La extinción fuerte y selectiva de animales grandes en el tiempo y el espacio coincide aproximadamente con la expansión de los humanos modernos por todo el mundo”, aseguran los científicos.
Por tanto, la extinción de los animales difícilmente puede vincularse al clima, sentenciaron los investigadores de Universidad de Aarhus.
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