La causa fundamental de la medida radica en el estatus irregular de esas personas y la tendencia ascendente de este año solo la supera el 2019 con 54 mil 599 repatriados, precisó la entidad dedicada al tema.
En 2020, sin embargo, el número cayó de manera drástica a 21 mil 57, seguido de 17 mil 806 en 2021, con un repunte a 40 mil 713 en 2022, de acuerdo con el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM).
Del total de retornados en este período, 29 mil 603 eran hombres, 12 mil 849 mujeres y nueve mil 740 menores de edad, tanto acompañados como solos.
Los registros evidenciaron siete mil 503 unidades familiares, mientras las proyecciones del IGM advierten que durante la próxima semana llegarán desde Estados Unidos 13 vuelos, aparte de los 446 efectuados.
Intervienen en este proceso la Fuerza Aérea Guatemalteca, responsable de gestionar el ingreso y un Centro del IGM para el registro de los repatriados ubicado en esa instalación militar.
En Guatemala sobresalen las exposiciones sobre familias completas, incluso niños sin compañía, dispuestos, al menos una vez, a cruzar ríos, desiertos, ciudades desconocidas y zonas controladas por narcotraficantes.
La violencia y las depauperadas condiciones económicas –señalan entendidos- los impulsan a emprender el camino hacia el norte, a falta de políticas gubernamentales para hacer frente a esos fenómenos, sobre todo dirigidas a las comunidades rurales.
En adición, varias entidades coinciden en alertar sobre los efectos negativos del cambio climático en el Corredor Seco, que comprende 12 de los 22 departamentos del país.
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