Ello ocurre, cuando el Banco de Japón (BoJ) inició una reunión de dos días que podría ser crucial para determinar el calendario del fin de su postura ultra-laxa sobre las tasas de interés.
La divisa nipona cedió 0,4 por ciento, a 142,76 unidades por dólar, tras mejorar casi un dos por ciento la semana pasada.
Desde que tocó en noviembre un mínimo de varias décadas cercano a las 152 unidades por dólar, el yen se revalorizó en torno al seis por ciento, ya que los operadores están cada vez más convencidos del lastre que suponen las bajas tasas del BoJ.
Por su parte, el dólar amplió la caída de la semana pasada tras la señal de la Reserva Federal (Fed) sobre la posibilidad de recortes de tasas el año que viene. El mercado de divisas apenas reaccionaba ante la escalada de los ataques contra buques en el Mar Rojo.
El dólar se enfrenta ahora a su primera pérdida anual frente a una cesta de seis destacadas monedas desde 2020, ya que el impulso de las fuertes alzas de tasas de la Fed y el mensaje de más subidas durante más tiempo se desvaneció.
El índice dólar restó 0,12 por ciento, a 102,44 unidades, tras perder 1,3 la semana pasada. La libra esterlina cedió 0,2 por ciento, a 1,2657 dólares, y el euro mejoró 0,2 por ciento, a 1,0912 dólares.
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