Tal extensión de permanencia hasta el 15 de febrero será en apoyo a la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas, que cumple dos decisiones judiciales en la región.
Las acciones, que están en la Justicia Federal de la I Región, determinan la retirada de no originarios de la zona.
Hay indicios de actuación de grileiros (ocupantes ilegales de la tierra, sin tener que pagar por su adquisición) e invasores, que desmatan espacios protegidos y crían ganado en la comarca.
Hasta el momento, la llamada operación Ehara Tapiro decomisó y retiró más de mil 700 animales de la tierra nativa, que fueron enviados a la Agencia de Defensa Agropecuaria de Pará.
Según la ordenanza, la Fuerza Nacional actuará para preservar el orden público y garantizar la seguridad de la población, además de proteger el patrimonio.
Los agentes actuarán en coordinación con los órganos de seguridad pública regionales.
Una de las decisiones judiciales determina la retirada de cabezas de buey, criadas ilegalmente en el área.
De acuerdo con el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, que también forma parte de la cruzada, la Ituna-Itatá es una de las tierras aborígenes más deforestadas de Brasil.
En publicaciones en redes sociales, la entidad denunció que sufrió ataques desde el inicio de la operación.
Los informes son de incendios y derrumbe de puentes para dificultar los trabajos de los órganos. Se reconstruyen equipos de infraestructura.
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