En la ceremonia, que tuvo lugar en la Catedral Nacional, participaron varios funcionarios de la administración demócrata, entre ellos la secretaria de Trabajo (interina) Julie Su y la directora de Inteligencia Nacional Avril Haines.
“Sandra Day O’Connor empoderó a generaciones de mujeres” y bajo gran presión y escrutinio, ayudó a «abrir puertas, asegurar libertades y demostrar que una mujer no sólo puede hacer lo mismo que un hombre, sino que muchas veces lo hace muchísimo mejor», expresó el presidente en su alabanza a la desaparecida jueza.
Recordó el día de 1981 en que el Senado se reunió para la nominación de O’Connor «para convertirse en la primera mujer en la historia de Estados Unidos en servir como jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos», donde se mantuvo hasta enero de 2006.
También el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, hizo su panegírico junto a otros familiares y allegados.
Debido a su acercamiento moderado a cada caso ante la Corte, la jueza fue considerada el voto decisivo en muchos de los escuchados en ese nivel de justicia.
O’Connor falleció el pasado 1 de diciembre por causas relacionadas con la demencia avanzada que padecía y una enfermedad respiratoria.
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