Este jueves marca el comienzo de la temporada con el solsticio de invierno o de diciembre, como también se le conoce, siendo el día más corto y la noche más larga del calendario.
A partir de este momento, las jornadas serán gradualmente más largos porque, además, ocurre la arrancada de la ascensión hacia el solsticio de verano en junio.
No obstante, aquí los abrigos están en la calle desde que el invierno meteorológico dijo: “aquí estoy” el pasado 1 de diciembre incluso desde ante muchos desempolvaron su ropa invernal porque hubo frentes fríos que se adelantaron a la fecha.
Los meteorólogos auguran para la temporada, entre otros, nevadas inferiores a lo normal en las Llanuras y los Grandes Lagos, alivio de la sequía en el valle del río Mississippi y la posibilidad de grandes tormentas de nieve a lo largo de la costa este.
La palabra “solsticio”, de origen latín, es el evento que ocurre cuando el eje de rotación de la Tierra se inclina a una determinada cantidad de grados respecto a la órbita terrestre que se localiza alrededor del Sol.
De esta manera las inclinaciones permiten la llegada de las estaciones del año en los hemisferios norte y sur, por lo que los días en que ocurre este fenómeno la cantidad de luz solar es desigual para cada región internacional provocando noches más largas, días más cortos y viceversa.
Científicamente, durante el solsticio de invierno, el hemisferio norte experimenta su día más corto del año, ya que está en su punto más alejado del Sol.
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