De acuerdo con Mi Feng, portavoz de la Comisión Nacional de Salud, la nación reportó una disminución del 8,2 por ciento en el volumen de tratamiento ambulatorio y de emergencia para estas patologías en hospitales de nivel secundario o superior, en comparación con el 15 de diciembre.
Esto representó una caída del 30 por ciento desde comienzo de la temporada invernal, cuando China notificó un brote de enfermedades respiratorias.
«El número de diagnósticos y tratamientos en las instituciones de salud básicas también ha permanecido relativamente estable, con un declive según los últimos monitoreos», agregó Fu Wei, funcionario de esa cartera.
Por su parte, Peng Zhibin, del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, atribuyó el reciente aumento de enfermedades respiratorias al virus de la influenza, aunque el país alertó sobre la circulación de otros patógenos conocidos.
Asimismo, subrayó que los reportes de incidencia del nuevo coronavirus alcanzaron niveles extremadamente bajos en 2023.
Recientemente la Comisión Nacional de Salud aseguró que las clínicas a nivel primario respondieron de manera efectiva a las necesidades médicas de los pacientes.
China enfrentó un brote de estas patologías que llevó a la máxima autoridad sanitaria a aumentar la capacidad de los servicios médicos, en particular los pediátricos.
Con una ola de casos de niños enfermos, los centros de salud comunitarios en las ciudades extendieron sus horarios o establecieron períodos de atención adicionales los fines de semana en función de su capacidad.
Además, la Comisión Nacional de Salud asignó profesionales médicos experimentados a las instalaciones de base para brindar servicios pediátricos y capacitar al personal en habilidades clave.
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