Pozo ligó 38 jits en 100 turnos al bate (no se cuentan las bases bolas, pelotazos y sacrificios) para postear .380 de average y fue escoltado en ese escalafón por el mítico Frederich Cepeda y Dennis Laza, ambos con .357, al tiempo que también exhibió el mejor promedio de embasado (.488).
Para el jugador de la provincia de Mayabeque sumado a la nómina de los Cocodrilos en calidad de refuerzo resultó un desafío conseguir un puesto de regular en una tanda que se precia de contar con varios jugadores de calidad al bate.
Con su actuación en este torneo, Pozo llegó a 680 imparables en once años jugando al máximo nivel del béisbol de la isla, según las estadísticas de Benigno Daquinta.
Al término de la clasificatoria quedaron definidos igualmente los demás líderes del campeonato, cuya mayor rivalidad estuvo entre los productores de jonrones, ganado por el internacional Yurisbel Gracial por menor cantidad de veces al bate necesitadas para poner ocho pelotas al otro lado de las cercas, cifra lograda por otros dos bateadores.
Gracial se robó el show en las últimas jornadas cuando pegó par de palos de vuelta entera ante Artemisa para abrazarse con su compañero de equipo José Amaury Noroña y el tunero Rafael Viñales, quien encabezó la mayor parte del calendario ese ranking.
No obstante, Viñales quedó como el máximo remolcador de carreras (35) y Noroña firmó los mejores promedios de SLU (.652) y OPS (1096).
El santiaguero José Luis Gutiérrez pegó más jits que nadie (52), el industrialista Jorge Enrique Alomá fue puntero en dobletes (13) y Juan Carlos Arencibia, con el traje de Sancti Spíritus, encabezó el listado en carreras anotadas (32).
Varios de los líderes cuyos equipos quedaron excluidos de la postemporada es casi seguro sean llamados como refuerzos el próximo 27 de diciembre, cuando los cuatro elencos clasificados hagan uso del beneficio de blindarse con dos efectivos para la semifinal.
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