El uniformado afirmó en entrevista este martes al canal Teleamazonas que ante esa situación trabajan para fortalecer la institución, en particular las direcciones dedicadas a investigar secuestros, extorsiones y muertes violentas.
Asimismo, pidió fortalecer las penas contra quienes cometen ese tipo de delitos.
Ecuador atraviesa por una ola de violencia sin precedentes, donde el número de raptos y otros crímenes se hacen cada vez más frecuentes, mientras la ciudadanía exige al Gobierno acciones urgentes para frenar esa situación.
La semana pasada el presidente Daniel Noboa informó que está en marcha el Plan Fénix, como denominó a su estrategia para frenar los hechos delictivos y el crimen organizado.
El mandatario anunció que a partir de enero implementará una reforma carcelaria y advirtió que reos extranjeros “serán expulsados del país inmediatamente”, para conseguir mayor orden en las prisiones, desde donde organizan gran parte de los crímenes cometidos en las calles.
La ministra de Gobierno, Mónica Palencia, señaló en días recientes que también construirán dos megacárceles de máxima seguridad con tecnología israelí y visión de panóptico.
El avance del narcotráfico y el crimen organizado son consideradas las principales causas del aumento de la inseguridad en Ecuador, aunque expertos advierten de la necesidad de adoptar medidas para fomentar el empleo y las oportunidades para los jóvenes.
Esta nación andina cerrará 2023 con más de seis mil muertes violentas, un número sin precedentes que coloca al país como uno de los más inseguros de Latinoamérica.
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