En su discuro el mandatario resaltó los logros del político, revolucionario y guía principal de una generación que condujo al pueblo a cambiar completamente su propio destino y la apariencia del país.
En este sentido, Xi instó a impulsar la causa iniciada por ese líder, convertir al gigante asiático en un país más fuerte y «rejuvenecer la nación en todos los frentes mediante la búsqueda de la modernización china».
El pensamiento de Mao Zedong es una riqueza espiritual invaluable que guiará nuestra acción a largo plazo, señaló Xi.
De acuerdo con el presidente, Mao dirigió el establecimiento del sistema socialista avanzado y la fundación de «un nuevo modelo de ejército popular invencible».
«Encabezó al pueblo a abrir un camino para adaptar el marxismo al contexto chino, forjando el gran, glorioso y correcto Partido Comunista de China y fundando la Nueva China con el pueblo como dueño del país», enfatizó.
Además, resaltó otras constribuciones históricas y aseguró que su noble espíritu será recordado por la posteridad.
Según Xi, la «solemne responsabilidad histórica de los comunistas chinos de hoy» es buscar la modernización del país en todos los frentes y el rejuvenecimiento nacional.
En el simposio participaron los miembros del Comité Central del Partido Comunista reunidos en el Gran Palacio del Pueblo.
Mao, fundador de la República Popular China en 1949, colocó las necesidades del campesinado y del pueblo en general en el centro de las preocupaciones sociales de la Revolución.
El líder murió el 9 de septiembre de 1976 a la edad de 83 años.
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