Prosiguen las operaciones de enfriamiento y de extinción de incendios en el epicentro de la explosión, cerrado al público para facilitar la labor de la comisión que investiga las causas del siniestro, que alteró la vida del país, confirmó un anuncio oficial
La detonación, cuyas causas siguen en las tinieblas a falta de versión oficial, arrasó el céntrico distrito metropolitano de Kaloum, asiento de oficinas gubernamentales, empresas extranjeras, comercios y viviendas, algunas de ellas destruidas.
La magnitud de la catástrofe puede medirse por el hecho de que aún muchos de los transeúntes que circulan por las proximidades de Kaloum por recomendación de las autoridades usan mascarillas debido a la mala calidad del aire en el área.
Fuentes sanitarias acaban de confirmar que, además de las muertes, 454 personas sufrieron lesiones de diverso pronóstico de las cuales 423 fueron dadas de alta, y que de las víctimas fatales 11 permanecen anónimas.
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