Según las fuentes, los blancos atacados se ubican en las inmediaciones sureñas de la ciudad de Albukamal, en el este de la provincia de Deir Ezzor, a unos 500 kilómetros al nordeste de Damasco, y cerca de la frontera con Iraq.
Las imágenes difundidas muestran potentes explosiones e incendios en determinados sitios, sin que se confirme aún si hay bajas en el personal o pérdidas materiales.
Los días 9 y 12 de noviembre pasado, dos bombardeos del Pentágono mataron a varios soldados sirios y armados de las milicias aliadas de Damasco, además, destruyeron almacenes y posiciones de los uniformados sirios, usadas también por milicianos leales a Damasco.
Mientras, el 30 de octubre pasado, una agresión similar apuntó contra un convoy de camiones procedentes de Iraq, en la misma gobernación de Deir Ezzor.
Asimismo, el 26 de octubre un ataque del Pentágono se perpetró contra dos puntos del ejército sirio y sus aliados en la localidad de Al-Mayadeen.
Washington mantiene una quincena de bases en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco, ni la aprobación de las Naciones Unidas.
Siria denunció repetidamente esta presencia, la que calificó de ocupación, y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en el territorio nacional incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar el país y saquear sus riquezas.
Los ataques contra esas bases aumentaron notablemente desde el comienzo de la agresión israelí contra la Franja de Gaza y ya superan los 100 y causaron lesiones a al menos medios centenar de militares estadounidenses.
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