Un dron apuntó contra los uniformados norteamericanos ubicados en el área de Kherab Jir en la provincia de Hasakeh, mientras otros dos aparatos aéreos tuvieron como blanco las posiciones estadounidenses en los campos petroleros de Al-Remelan en la misma gobernación.
Asimismo, una similar acción alcanzó las instalaciones de los yacimientos petrolífero de Al-Omar, convertido en una base de las tropas del Pentágono, en la provincia de Deir Ezzor.
Según activistas, los ataques dejaron bajas en el personal castrense y daños materiales
La víspera, andanadas de cohetes fueron lanzados contra las tropas del Pentágono en los campos petroleros de Konico y Al-Omar en la misma gobernación de Deir Ezzor.
Tales acciones, que superan las 100, contra las tropas norteamericanas, son reivindicadas por milicianos de la autodenominada Resistencia Islámica en Iraq, aliada de Damasco en la lucha antiterrorista y contra la ocupación.
La referida entidad asegura en sus comunicados que sus ataques se llevan a cabo en el marco del enfoque de resistencia a las fuerzas de ocupación estadounidenses en Siria, Iraq y la región, y en respuesta a las masacres cometidas por Israel contra el pueblo palestino en Gaza.
Washington mantiene unas 15 bases en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco, ni la aprobación de las Naciones Unidas.
Siria denunció repetidamente esta presencia, la que calificó de ocupación, y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en el territorio nacional incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar el país y saquear sus riquezas.
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