En la década pasada eran los ciudadanos los que no podían salir a las calles ni visitar a familiares, porque las pandillas controlaban las comunidades, y gracias al régimen de excepción la situación cambió radicalmente en el país, dijo el numero dos del gobierno salvadoreño.
En declaraciones citadas por el Diario El Salvador, el alto funcionario precisó que “una parte importante de los logros en la lucha contra las pandillas recae en el uso de la base de datos sobre los criminales, recabada durante años por la Policía Nacional Civil”.
En cuanto a los señalamientos de organismos que afirman que defienden los derechos humanos ante las presuntas violaciones y la falta de libre circulación, el vicemandatario remarcó que forman parte de una agenda política y un «modus vivendi» de dichas instituciones.
Mi respuesta para estos organismos que tienen su sede uno en Washington y otro en Londres, subrayó, que empezaron a generar toda la narrativa contra el Gobierno y nuestras políticas de seguridad, es que hagan primero un examen de proporcionalidad sobre a cuántas personas se les salvó la vida y se les protegen sus derechos humanos con nuestra política. Son millones, sostuvo.
Añadió que la base de datos, actualizada. cuenta con más de 70 tipos de perfiles de integrantes de pandillas en diversos niveles de la estructura. Esto permitió la captura exitosa de más de 74 mil criminales y 13 de las 15 sillas (cabecillas) de la MS.
Destacó el resultado del trabajo de inteligencia salvadoreña, sin la necesidad de recibir asesoría de otros países o de organismos internacionales.
Dijo que las libertades públicas están garantizadas en El Salvador, ya que únicamente se impactan dos garantías que son de carácter individual y afectan a los sospechosos de pertenecer a estructuras criminales.
El régimen de excepción no afecta ni una de las libertades públicas, ni hoy ni cuando se decretó, porque el estado de excepción, y lo dijo el presidente [Nayib Bukele] con toda claridad, va a afectar a las estructuras criminales, puntualizó.
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