El análisis de los datos muestra que hay un aumento en los casos de asesinato en todo el país, y la razón principal es un crecimiento de la actividad de las organizaciones criminales, señaló Iniciativas Abraham, un grupo establecido en 1989 para promover la integración y la igualdad de los árabes en la sociedad israelí.
El crimen tiene muchas consecuencias, no solo por el número de muertos y heridos, sino también porque constituye una barrera al desarrollo económico y perjudica el funcionamiento del gobierno local, alertó.
Muchos líderes comunitarios culpan a la policía por ignorar y hasta tolerar a poderosas organizaciones criminales.
Por su parte, el gobierno ultraderechista culpa al floreciente crimen organizado y a la proliferación de armas en las calles.
La violencia se extendió cada vez más a la política municipal en los últimos meses, con amenazas y ataques dirigidos contra alcaldes, candidatos, funcionarios árabes y sus familias.
“El aumento de la delincuencia en la comunidad árabe representa un fracaso rotundo de los gobiernos israelíes”, admitió el Contralor del Estado, Matanyahu Englman, durante una conferencia en septiembre.
Cada una de estas víctimas fue el resultado del crimen rampante y la violencia que prolifera en ausencia del Estado, afirmó Iniciativas de Abraham en su anterior reporte sobre el tema, publicado en julio.
Los descendientes de los palestinos que no fueron expulsados de sus tierras tras la creación del Estado judío, en 1948, denuncian desde entonces que son tratados como ciudadanos de segunda.
Una encuesta realizada en marzo de 2022 reveló que el 94 por ciento de los árabes que viven en Israel sufrieron en alguna ocasión el racismo y la discriminación de la mayoría judía.
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