El aumento de las temperaturas y las intensas condiciones de sequía afectaron a los canadienses en 2023, desde el racionamiento del agua hasta la peor temporada de incendios forestales registrada en el país, destaca el estudio.
Canadá está «anormalmente seco» y eso incluye el 81 por ciento del paisaje agrícola del país utilizado para alimentar a millones de personas y animales.
El «2023 fue un año como nunca antes habíamos visto», señaló John Pomeroy, presidente de investigación en recursos hídricos y cambio climático, a Your Morning de CTV.
Las sequías de mayor intensidad, según el mapa agroalimentario, se concentran en el oeste, en lugares como Columbia Británica, Alberta y los Territorios del Noroeste.
Mientras, las comunidades al este de Calgary y al sur de Yellowknife enfrentaron condiciones de sequía «extremas» o «excepcionales».
“Algunas áreas registraron cinco grados por encima de lo normal constantemente durante todo el 2023″, dijo Pomeroy, que también es director del Centro de Hidrología de la Universidad de Saskatchewan.
«Luego, una capa de nieve muy baja en la primavera significó una reducción del caudal de los ríos que salen de las montañas y una contracción masiva de nuestros glaciares», agregó.
La falta de humedad también provocó la peor temporada de incendios forestales jamás vivida en Canadá, refirió.
Debido al aumento de las temperaturas y a la falta de precipitaciones, incluso el agua que corre desde las montañas se está desacelerando, afirmó Pomeroy.
«Esto nos coloca en una posición precaria para el 2024».
Los expertos señalan que la falta de nieve y lluvia en Canadá es una «característica» del fenómeno meteorológico natural El Niño, que se espera que tenga un mayor impacto en el país este año.
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