En una entrevista ofrecida a la emisora Radio Sucre, el mandatario agregó que está abierto a dialogar, sin embargo, enfatizó que no aceptará sugerencias que perjudiquen a los ciudadanos como “la crítica sin alternativa”, dijo.
La propuesta de reforma del gobernante andino ha generado diversas opiniones en esta nación sudamericana pues muchos la catalogan como inoportuna y errática.
En este sentido, varios asambleístas consideraron que ese referendo necesita ser bien analizado por el Parlamento ya que, según los legisladores, no pasa solo por el texto de las preguntas, sino por entender el alcance de sus anexos.
Para la legisladora Gissela Garzón, del movimiento Revolución Ciudadana (RC) las preguntas de la consulta no van a tono con las necesidades de esta nación sudamericana y aclaró que las interrogantes plantean reformas a leyes que ya se están tratando en la Asamblea Nacional.
Este miércoles, el jefe del Ejecutivo justificó su propuesta de consulta popular, como la vía para solucionar la crisis económica, de inseguridad y el desempleo aquí.
A través de un mensaje en cadena nacional, el joven empresario detalló que el referendo estará enfocado en tres objetivos, la intervención de las fuerzas armadas en la lucha contra la delincuencia, el apoyo del sistema de justicia para que los condenados tengan penas más altas y en promover el empleo a través de nuevas contrataciones y a actividades económicas.
Mientras tanto, la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) exhortó a la Corte ecuatoriana a no dar paso a la consulta “por la intrascendencia de las preguntas y la afectación económica al presupuesto nacional”.
El organismo judicial tiene 20 días para emitir un dictamen sobre la iniciativa del jefe del Ejecutivo y, de ser aprobada, correspondería al Consejo Nacional Electoral convocar a los ecuatorianos a las urnas.
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