Señala que en el tercer trimestre de 2023 analizado creció 1,1 por ciento, y la generación de empleos también excede las cifras históricas, lo cual refleja un mercado laboral robusto y en expansión.
Agrega que el enfoque en la inversión en lugar del consumo como principal motor de crecimiento, es un indicador de fortalecimiento de la capacidad productiva y de una economía más resistente a choques externos.
Destacó que la inflación muestra una tendencia decreciente, lo cual es un signo de estabilidad macroeconómica, y comentó que el sistema financiero también se encuentra en una posición fuerte, pues el sector bancario está bien capitalizado y los niveles de crédito interno son manejables.
Dijo que la política de tipo de cambio flotante permite una mayor adaptabilidad y resiliencia frente a fluctuaciones externas, reflejado en la apreciación del peso durante la actual administración y recordó que las reservas internacionales se ubican en máximos históricos, lo que proporciona un colchón considerable contra choques externos.
Según el alto funcionario, esos factores, en conjunto, muestran una economía mexicana más robusta y menos susceptible a crisis como en años anteriores, mientras que, en términos de déficit comercial, la situación ha mejorado significativamente en los últimos 20 años.
Indicó que mientras en 1994 el déficit de la balanza comercial era del 3,3 por ciento Producto Interno Bruto, al tercer trimestre de 2023, el déficit comercial acumulado solo es de 0.6 por ciento del PIB, con una balanza no petrolera que presenta un superávit, lo cual indica una mayor diversificación y solidez en el comercio exterior.
Por estas razones, concluyó, la economía mexicana es la doceava más grande del mundo.
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