Fuentes militares consultadas por Prensa Latina, aseguraron que violentos enfrentamientos se produjeron entre los regulares y los radicales tras ataques coordinados y esporádicos de estos últimos contra los puntos militares en el sureste de Palmira en el desierto sirio.
Indicaron que dos militares, entre ellos un oficial de rango de capitán, murieron en una emboscada contra una fuerza que se dirigía a apoyar las tropas atacadas, en la zona de la presa de Wadi Abyad.
Las fuentes explicaron que los extremistas provenían de la cercana región de Tanef, controlada ilegalmente por las fuerzas de Estados Unidos y su milicia mercenaria local Ejército de la Libre Siria.
De acuerdo con los militares sirios, varios vehículos de los radicales fueron destruidos, mientras fuentes de la oposición siria indicaron que 45 uniformados resultaron entre muertos y heridos.
Los militares sirios, apoyados por milicias populares, rechazaron el jueves pasado una ofensiva de cientos de integrantes del grupo terrorista Estado Islámico, el desierto de Al-Tabni, en el oeste de la provincia de Deir Ezzor, a unos 450 kilómetros al nordeste de Damasco, la capital.
Según denuncias de Damasco, estos radicales reciben apoyo logístico, protección e información de inteligencia por parte de los militares norteamericanos desplegados ilegalmente en la cercana zona de Tanef, en el este del país.
Analistas aseguran que el Daesh recurre, desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y ataca apoyado en claras instrucciones de inteligencia para desgastar a las tropas sirias y sus aliados.
Siria enfrenta una guerra impuesta desde 2011, y aunque su ejército, con el apoyo de sus aliados Rusia e Irán, liberó la mayor parte del territorio nacional de los radicales, ocurren algunos ataques que Damasco atribuye a grupos apoyados desde el exterior para seguir desestabilizando al país.
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