El pequeño estado del centro-oeste del país tendrá sus asambleas electorales (caucus) el lunes 15 de enero, lo que dará inicio a las primarias republicanas hacia los comicios generales del 5 de noviembre, que algunos observadores los definen tempranamente como los de mayor peso en medio siglo.
Para Trump Iowa estaría casi asegurado, a tono por las encuestas que le dan una ventaja de casi 30 puntos sobre sus oponentes de partido: Haley, quien fuera su embajadora ante la ONU, y DeSantis, gobernador de Florida y antes protegido suyo.
A pesar de sus reveses legales en tribunales y del riesgo incluso de ir a la cárcel por sus esfuerzos para revertir los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020, los sondeos le atribuyen al exgobernante el 60 por ciento del voto en la interna republicana.
Trump, que sueña con volver a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025 (sería su segundo mandato no consecutivo), tendrá su primer escrutinio electoral en ocho días, la primera gran prueba frente a los votantes tras su tropelosa salida de la presidencia en 2021.
El exmandatario no asistió a la toma de posesión de Joe Biden, algo sin precedentes acá, y hasta la fecha se niega a admitir que perdió hace tres años.
En un discurso la víspera en Newton (Iowa), Trump no se detuvo en hablar sobre el asalto al Capitolio (el 6 de enero de 2021), cuando sus simpatizantes irrumpieron de forma violenta en la sede del Congreso para interrumpir la certificación del triunfo de Biden.
Sin embargo, a los alborotadores alentados por sus teorías del fraude electoral, parte de los cuales están presos y condenados por sus acciones, los calificó de “rehenes” y prometió que de ser elegido indultará a muchos.
Increíblemente, sin renunciar a su retórica de que ganó y le robaron la elección, Trump declaró que en noviembre vencerá “por tercera vez”.
Sometido a juicio político por incitar al motín en el Capitolio y ahora lidiando con múltiples cargos por delitos graves por su conducta antes y durante ese episodio, el exmandatario sigue a la vanguardia del reducido campo republicano.
En su segunda aparición ayer, pero en una escuela secundaria de la localidad de Clinton-igual en Iowa-, Trump repitió ataques contra Biden y remarcó sus teorías del fraude.
Por su parte, Haley y DeSantis, cada uno por su lado, se atribuyen la futura victoria en la lucha por la Casa Blanca. La también exgobernadora de Carolina del Sur dijo que «tal vez» consideraría al gobernador de Florida como su compañero de fórmula.
En una reciente entrevista Haley exhortó a DeSantis a «unir fuerzas conmigo”, lo cual negó el floridano al reaccionar en una entrevista con NBC News y el Des Moines Register el jueves.
A la pregunta de si consideraría unirse a Haley, respondió: «¿Para qué?» y la llamó “falsa”.
Chris Christie desestimó abandonar la pelea por la nominación, aunque los números solo le dan alrededor de 3,3 por ciento de apoyo. Según el exgobernador de Nueva Jersey, quien se arrepintió de haber respaldado a Trump en 2016, el exjefe de la mansión ejecutiva «quemaría a Estados Unidos hasta los cimientos”.
Mientras Vivek Ramaswamy, el empresario recién llegado a la política, va en un cuarto lugar en las encuestas en Iowa y el quinto en New Hampshire.
De momento los ataques entre aspirantes se intensifica. Haley consideró que tal vez no se lleve a Iowa, pero que saldrá más fuerte. De cualquier manera esto apenas comienza.
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