Según la fuente, el informe presentado este lunes sintetiza los datos de un instrumento de medición con 42 indicadores para evaluar cinco pilares clave: comercio y capital; tecnología e innovación; clima y capital natural; salud y bienestar; paz y seguridad, en el período de 2002-2022.
Bajo el título de Barómetro Global de Cooperación, el documento sustenta que la dinámica de los parámetros en análisis mostró señales de fortaleza durante buena parte de la última década, pero a partir de 2020 comenzó a disminuir. La cooperación se mantuvo firme en varios ámbitos desde 2012 hasta 2020, pero descendió un dos por ciento entre 2020 y 2022, estimó la investigación conjunta con la consultora McKinsey & Company.
A la luz del diagnóstico, el WEF halló “señales de fortaleza”, especialmente en los nexos de colaboración relativos al clima y al capital natural, así como en los flujos comerciales y de capitales, y en cuestiones de tecnología e innovación.
Asimismo, confirmó “importantes problemas” durante los últimos tres años debido, entre otras razones, al “retroceso en materia de cooperación sanitaria mundial y el drástico aumento de los conflictos violentos”.
«Los principales retos —y las oportunidades más prometedoras— para el planeta y nuestras sociedades y economías no están delimitados por las fronteras, por lo que la única forma de abordarlos es mediante la cooperación», acotó el presidente del WEF, Borge Brende.
De acuerdo con el funcionario, el barómetro demuestra la posibilidad de cooperar en numerosos ámbitos, incluso cuando hay países “inmersos en un entorno de competencia y confrontación”.
En determinados aspectos, el planeta está cada vez más dividido, pero el barómetro muestra que, desde una perspectiva general, la cooperación “ha mantenido una capacidad de resistencia sorprendente durante la última década”, consideró el directivo Bob Sternfels, de McKinsey & Company, citado en el informe de WEF.
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