El incidente ocurrió en el desierto del municipio de Palmira, a unos 300 kilómetros al nordeste de Damasco, la capital, y los radicales atacantes pertenecen al grupo Estado Islámico – Daesh en árabe- inscrito en la lista del terrorismo internacional, informaron las fuentes.
Agregaron que los autores de este crimen procedían de la región de Tanef, en la frontera con Iraq, y controlada por las fuerzas de Estados Unidos y su milicia mercenaria “Ejército Libre de Siria”.
En agosto del año pasado, un similar ataque mató al menos 25 uniformados sirios y otros resultaron lesionados en la vasta región desértica de Al-Badieh, al sureste de la provincia de Deir Ezzor.
En Al-Badieh, se incrementan los ataques del Daesh, cuyos integrantes, según denuncias de Damasco, reciben apoyo logístico, protección e información de inteligencia por parte de los militares norteamericanos en el Tanef.
Según analistas, el Daesh recurre, desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y ataca apoyado en claras instrucciones de inteligencia para desgastar a las tropas sirias y sus aliados.
Siria enfrenta una guerra impuesta desde 2011, y aunque su ejército, con el apoyo de sus aliados Rusia e Irán, liberó la mayor parte del territorio nacional de los radicales, ocurren algunos ataques que Damasco atribuye a grupos apoyados desde el exterior para seguir desestabilizando al país.
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