El Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en 174,34, cifra menor en 0,1 por ciento a la de 2022, un retroceso leve, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el caso de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió en 32 de 34 productos, los que más los plátanos con 41,3 por ciento; tomate, 28,2; cebolla, 23; frijol, 13,2; algunas frutas como banano, piñas, sandía alrededor de 12; y el azúcar, 12,3 por ciento.
El costo mensual de adquisición del total representó un promedio de tres mil 904,98 quetzales (cerca de 500 dólares), es decir que en un periodo anual, contra diciembre del 2022, el incremento fue de 270,80 quetzales (casi 35 dólares).
La Canasta Ampliada (CA), incluye alimentación, bebidas alcohólicas, vestuario, vivienda, mobiliario, salud, comunicaciones, transporte, recreación y cultura, educación, restaurantes y hoteles, bienes y servicios diversos, escaló 625,56 quetzales (poco más de 80 dólares) en un año.
Respecto a noviembre, la CBA ascendió 5,31 quetzales (casi un dólar), mientras que la última aumentó 12,26 por ciento, que en ambos casos significó un 0,13 por ciento más.
Analistas advirtieron que las divisiones de alimentos muestran alzas muy pronunciadas y los aumentos de precios fueron generalizados, pero resultan afectados principalmente los hogares más pobres.
En cuatro años los valores subieron cerca del 40 por ciento para familias vulnerables, es decir, lo que podían comprar con sus ingresos se redujo casi a la mitad.
De la canasta básica, expusieron entendidos, artículos de consumo popular como el frijol, maíz, arroz, miles de familias ya no pueden costear.
La economía de Guatemala proyectó cerrar el 2023 con un crecimiento de 3,5 por ciento de su producto interno bruto, una cifra menor al 4,1 del 2022 y al ocho por ciento de 2021.
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