El veredicto se emitió esta semana de forma unánime y se consideraron válidos los argumentos legales presentados por el museo en el litigio, por lo cual se aplicó la ley española y se le declaró propietario legítimo de esta pieza firmada por el pintor y grabador impresionista franco-danés.
De acuerdo con reseñas del caso, se trata del giro final de una batalla legal de casi dos décadas, cuando Claude Cassirer, nieto de Lilly Cassirer (familia de origen judío y antiguos propietarios del cuadro), interpuso una demanda en California contra el Estado español y la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza.
Según relata al respecto el diario británico The Guardian, durante décadas dicha pintura, que representa una calle de París azotada por la lluvia, adornó las paredes de las casas de la familia Cassirer en Berlín y Múnich después de ser comprada directamente al marchante de arte de Pissarro.
En 1939, ante la escalada de la opresión nazi, a Lilly Cassirer Neubauer le dijeron que se podían obtener visas de salida, pero a un coste: la familia tendría que entregar el cuadro.
Entonces un tasador designado por los nazis ofreció 360 dólares, pagados en una cuenta bloqueada a la que la familia no pudo acceder.
Cassirer pasó años buscando la obra de óleo sobre lienzo, según sus herederos, y también aceptó reparaciones del gobierno alemán en 1958, pero no renunció a su derecho a solicitar la devolución del cuadro.
Esta pieza cambió de manos varias veces antes de ser comprada por el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza y en 1993 pasó a España cuando una fundación sin fines de lucro respaldada por el estado pagó al barón 338 millones de dólares por gran parte de su colección, para ser instalada en un museo que lleva su nombre.
En 2000, el nieto de Cassirer, Claude, descubrió que la pintura (valorada en 30 millones de dólares) estaba expuesta en el museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Después de que España rechazara la solicitud de la familia de su devolución, se inició una larga batalla legal.
Finalmente este martes, el tribunal federal estadounidense de apelaciones dijo que la ley española –que define la propiedad como seis años de posesión ininterrumpida– debería tener prioridad al considerar la cuestión de la propiedad.
Los abogados de la familia Cassirer dijeron en una declaración conjunta que solicitarían una revisión por parte de un panel del noveno circuito integrado por 11 jueces.
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