En varias oportunidades, la resistencia yemenita instó al cese de la agresión de Israel contra los territorios palestinos, pues de lo contrario asumiría acciones contra barcos procedentes de Tel Aviv que naveguen en aguas de los mares Rojo o Arábigo.
Para el mandatario turco «no existe proporcionalidad alguna. Todas estas acciones constituyen un uso desproporcionado de la fuerza», y alertó que ambos países agresores podrían convertir la zona en un «baño de sangre».
Reconoció, asimismo, que Washington hace un uso desmedido de la fuerza de manera similar a Israel en Palestina y, a su juicio, «Irán busca ahora cómo protegerse».
Los hutíes confirmaron hasta el momento 73 ataques aéreos internacionales contra la capital Saná, bajo su control desde finales de 2014, y otras cuatro regiones de esa nación.
Erdogan también mencionó las vistas judiciales sobre la comisión de actos de genocidio por parte de Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) e indicó que el país «será condenado», tras la presentación por Ankara de una gran cantidad de documentos al respecto.
En este sentido, comunicó la entrega de pruebas, la mayoría de ellas visuales, y confirmó la continuidad en el envío de este tipo de informaciones, de acuerdo con la cadena de televisión turca TRT.
«Creemos en la Justicia de La Haya. (…) Israel ha convertido la región en un baño de sangre desde el 7 de octubre mediante sus ataques contra Palestina, no mediante la defensa sino mediante el ataque», insistió.
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