Ante la nueva Legislatura, delegaciones internacionales e invitados presentes en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, el abanderado del partido Movimiento Semilla recibió la banda de jefe de Estado y firmó el libro de oro del Parlamento.
En sus primeras palabras a la nación, Arévalo calificó este día de histórico y trascendental, en el que “avanzamos por el camino que muchos hemos labrado con esfuerzo, marcando un hito significativo gracias al ejercicio democrático”.
Me llena de profundo honor –agregó- la demostración de fortaleza necesaria para resistir y que mediante la unidad y la confianza podemos transformar el panorama político en Guatemala.
“Este momento no solo representa un logro personal, sino un paso firme hacia un futuro donde la participación ciudadana y el cambio positivo prevalezca”, aseveró el sociólogo de profesión.
Este honor es el fruto de la confianza esperanzada y sincera que millones de guatemaltecos han depositado en nuestro proyecto colectivo, reflexionó.
Además, refleja la fe que las amplias mayorías de nuestro país mantienen en nuestra capacidad como pueblo para superar desafíos y avanzar hacia un futuro más prometedor, añadió.
Es un compromiso que asumimos con humildad, y con determinación, conscientes de la responsabilidad que implica trabajar en favor del bienestar común y la prosperidad de Guatemala, remarcó.
Expresó su profundo agradecimiento por la solidaridad y el respaldo de las naciones hermanas que acompañan este significativo avance.
«Su apoyo ha sido fundamental para el éxito de los esfuerzos emprendidos por la sociedad en defensa de sus instituciones democráticas y la preservación del Estado de Derecho», reconoció Arévalo.
«Durante estos últimos meses –apuntó- nos hemos enfrentado a complejas tensiones y desafíos que llevaron a muchos a creer que estábamos destinados a un retroceso autoritario».
Enfatizó en que para miles de personas estos meses sugirieron el resurgimiento de la dictadura en Guatemala, sin embargo, el pueblo demostró su sabiduría.
A juicio del presidente, instituciones fundamentales como el Tribunal Supremo Electoral y la Corte de Constitucionalidad protegieron el deseo soberano de los guatemaltecos de vivir en democracia.
El jefe de Estado dirigió un agradecimiento especial a aquellos que condujeron al país hasta este momento significativo: a los jóvenes de Guatemala que no perdieron la esperanza.
A las familias que creyeron en un futuro diferente y no se rindieron ante la desinformación y la mentira, además al liderazgo ancestral, a los cuatro pueblos, “de quienes no dejo de aprender y valorar diariamente”, argumentó.
Tras la ceremonia, Arévalo y la vicepresidenta Karin Herrera saludaron a los líderes de delegaciones y darán su discurso en la céntrica Plaza de la Constitución de esta capital.
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