Según las declaraciones del gobernante de Colombia, Gustavo Petro, reproducidas en el sitio de la Presidencia, ambas naciones platican para construir “un sendero que permita, sin caer en peores errores de los que ya se han cometido, una construcción de colaboración judicial”.
Desde Davos, donde participa en el Foro Económico Mundial, el mandatario reveló que Ecuador es consciente de que dichos procedimientos no se pueden hacer de manera acelerada.
“Es un proceso que debe respetar las condiciones jurídicas de cada país para que no se provoque un problema peor al que ya existe”, aseguró.
Los ministerios de Justicia y de Relaciones Exteriores de Colombia comunicaron hace una semana que el país está en la disposición de activar el trámite de repatriación de sus connacionales privados de libertad en Ecuador, mediante el Convenio sobre Tránsito de Personas, Vehículos, Embarcaciones Fluviales y Marítimas y Aeronaves, suscrito entre ambas naciones el 18 de abril de 1990.
Sin embargo, alertaron, la repatriación obliga a estudiar caso por caso las solicitudes, ya que este es un proceso individual -no masivo-, que responde a criterios objetivos y que debe contar con el consentimiento de la persona privada de libertad.
La controversia acerca del tema está motivada por las declaraciones del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, quien aseguró que pondría en la frontera de la nación vecina a mil 500 colombianos que cumplen condenas en su país, y con el objetivo de paliar el hacinamiento de las prisiones con la liberación de los extranjeros.
“Colombia dijo que nos querían ayudar y yo dije perfecto, ya les mandamos los mil 500 presos que mantenemos en cárceles ecuatorianas”, expresó el mandatario en una entrevista con Radio Canela, en referencia a los ofrecimientos de ayuda de otras naciones ante la situación de violencia que impera en Ecuador por estos días.
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