Agregaron que esta nación concedió el martes participaciones en 62 licencias de prospección de petróleo y gas en alta mar a 24 empresas energéticas, entre ellas la estatal Equinor, con lo que aumenta la superficie ofrecida en un momento en que el país pretende bombear durante décadas.
La adjudicación anual fue superior a las 47 licencias de hace un año, cuando 25 empresas recibieron permisos. El aumento afectó a las autorizaciones de perforación en el mar Ártico de Barents y el adyacente mar de Noruega, dijeron oficialmente.
Las rondas anuales de áreas predefinidas de superficie de exploración son fundamentales para la estrategia noruega de ampliar su producción de petróleo y gas, una política a la que se oponen ecologistas.
Las licencias concedidas en el mar de Barents, un vasto océano situado frente al extremo septentrional de la Europa continental, ascendieron a ocho en la nueva ronda, frente a las sólo dos de hace un año, ante el mayor interés de las energéticas por la remota región.
El ministro de Energía noruego, Terje Aasland, señaló al respecto que el año pasado solicitó a las empresas que estudiaran más detenidamente las oportunidades que ofrece el mar de Barents. Este premio demuestra que más empresas respondieron positivamente y asumen su responsabilidad.
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