La portavoz de la Cancillería Mao Ning recordó que esta cuestión es el núcleo de los intereses fundamentales del gigante asiático y la línea roja que no debe cruzarse, por lo que el gobierno nunca aceptará ninguna provocación sobre el tema.
«Instamos a la parte filipina a acatar seriamente el espíritu del comunicado sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Filipinas, a acatar el principio de una sola China y a detener las palabras y acciones erróneas sobre cuestiones relacionadas con Taiwán», enfatizó la vocera.
Mao subrayó que las últimas acciones de Manila violan gravemente los compromisos políticos asumidos por ese gobierno con Beijing e interfieren en los asuntos internos del gigante asiático.
Las tensiones militares entre ambos países en el mar Meridional de China alcanzó también a las cuestiones de política exterior cuando el mandatario filipino Marcos Ferdinand felicitó al nuevo «presidente» electo de Taiwán y abogó por estrechar relaciones con esa isla.
China rechazó de inmediato estas declaraciones, instó a Manila a dejar de enviar señales equivocadas al separatismo en Taiwán, al tiempo que convidó al gobernante a leer más libros para entender los entresijos de esta cuestión y sacar conclusiones correctas.
Recientemente el canciller chino, Wang Yi, aseguró que las relaciones con Filipinas atraviesan graves dificultades, debido a que el país insular «ha cambiado su postura política, ha incumplido sus compromisos, ha provocado constantemente incidentes en el mar y ha dañado los derechos legítimos» de Beijing.
Wang agregó que los nexos están en una encrucijada y que Manila debe actuar con prudencia.
El deterioro de los lazos bilaterales coincide con las medidas de Filipinas para reforzar las relaciones militares con Japón y Estados Unidos, su antigua potencia colonial y aliado en defensa durante décadas.
En 2022 llegó al poder Ferdinand Marcos Jr, quien apuesta por reforzar los nexos de Manila con Washington.
jf/idm