En declaraciones divulgadas en el sitio digital del diario La Stampa, el ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, señaló que “como lo demuestran numerosos casos, es necesario gastar sumas enormes para la restauración, y es bueno que ya no sean los italianos quienes paguen, sino los responsables de los daños”.
El proyecto legislativo, fue presentado por el gobierno de este país en abril de 2023, poco después de que miembros del grupo ecologista Ultima Generazione vertieron tinte negro en la histórica fuente de la Barcaccia, en la Plaza España de Roma, y desplegaron una pancarta contra el uso de combustibles fósiles.
El 11 de julio del pasado año la iniciativa recibió luz verde en el Senado, por lo que entrará en efecto tras su aprobación este jueves por los diputados, con 138 votos a favor, 92 en contra y 10 abstenciones, precisa la fuente.
“Agradezco al Parlamento por el trabajo realizado, primero al Senado y hoy a la Cámara, por lograr finalmente alcanzar este objetivo fundamental”, con una medida motivada por acciones de los denominados ecovándalos, cuyas protestas contra la crisis medioambiental incluyen a veces demostraciones con daños a obras artísticas y monumentos.
“Hoy es un hermoso día para la cultura italiana y, en particular, para el patrimonio artístico y arquitectónico de la nación”, añadió Sangiuliano.
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