Al respecto, es conveniente hablar de los microplásticos, que según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), son diminutas partículas de plástico, no mayores a cinco milímetros, compuestas de polímeros y aditivos potencialmente tóxicos.
Se sabe que los océanos son las áreas del planeta que mayor afectación presentan por la contaminación de plásticos, de lo cual dan testimonio varias imágenes de esas grandes extensiones de mar, donde ocurre la degradación del material, proceso del que resultan los microplásticos.
De acuerdo con la OPS, otra fuente que origina microplásticos es el lavado de ropa sintética, responsable de un tercio de los microplásticos oceánicos.
Aun cuando falta investigación alrededor de cómo afectan al cuerpo humano, ya se sabe de efectos respiratorios, endocrinos y cardiovasculares.
También pueden dañar a las personas a través de la inhalación al ser liberados por la abrasión de neumáticos, desgaste de textiles sintéticos, la quema de basuras y otros procesos.
Su impacto sobre el bienestar humano va a depender del grado y tipo de exposición, la ruta de ingreso al organismo y también de factores como estado de salud, nutrición, consumo de tabaco, entre otros, afirmó el asesor regional de salud, ambiente y cambio climático de la OPS, Luis Francisco Sánchez.
Aunque el tema gana terreno en la agenda mediática, los especialistas consideran que todavía falta mucho para comprender el verdadero impacto que esto causa a la salud del hombre.
Por eso, la OPS busca impulsar estudios que den mayor conocimiento con referencia a cómo dañan estos residuos al ser humano y al medio ambiente.
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