Hasta el último día, a las últimas horas, maniobras en el Congreso retrasaron la toma de posesión, incluso ante más de 60 delegaciones presentes en el país, pero finalmente el político juró fidelidad a la Constitución como mandatario.
En sus primeras palabras a la nación, el sociólogo y exdiplomático expresó que “avanzamos por el camino que muchos hemos labrado con esfuerzo, marcando un hito significativo gracias al ejercicio democrático”.
Me llena de profundo honor –agregó- la demostración de fortaleza necesaria para resistir y que mediante la unidad y la confianza podemos transformar el panorama político en Guatemala.
A juicio del jefe de Estado, instituciones fundamentales como el Tribunal Supremo Electoral y la Corte de Constitucionalidad (CC) protegieron el deseo soberano de los guatemaltecos de vivir en democracia.
Dirigió un agradecimiento especial a aquellos que condujeron al país hasta este momento significativo: a los jóvenes de Guatemala que no perdieron la esperanza.
A las familias que creyeron en un futuro diferente y no se rindieron ante la desinformación y la mentira, además al liderazgo ancestral, a los cuatro pueblos, “de quienes no dejo de aprender y valorar diariamente”, argumentó.
Tras la ceremonia, Arévalo y su compañera de fórmula Karin Herrera saludaron a los líderes de delegaciones, y dieron un discurso ya en la madrugada del lunes en la céntrica Plaza de la Constitución de esta capital.
El cambio puede ser difícil, afirmó ante cientos de ciudadanos el presidente, quien proyectó una administración que se hallará en la necesidad de tomar decisiones difíciles y enfrentará momentos de dudas.
“Hoy están comenzando cuatro años que estarán marcados por obstáculos que no podemos imaginar en este momento”, advirtió el también académico y escritor de 65 años.
En una misa en la catedral metropolitana, el Arzobispo Gonzalo de Villa consideró motivo de esperanza y alegría el reto de comenzar un nuevo Congreso y Gobierno.
Después de participar junto a Herrera en una ceremonia maya, Arévalo adelantó la creación de un mecanismo funcional contra la corrupción, en detrimento de la Comisión creada por el mandatario anterior Alejandro Giammattei.
Mostró su compromiso con la Policía Nacional Civil, mientras aseguró generará procesos de ascenso basados en el mérito y romperá con las prácticas políticas que afectaron a esa institución a lo largo de los años.
Cuando acaparaban la atención mediática los nombramientos de viceministros y otros funcionarios, la CC ordenó al Congreso (unicameral) repetir la elección de su Junta Directiva.
La alianza conformada por Semilla, encabezada ahora por Nery Ramos en sustitución de Samuel Pérez, retuvo el mando del Legislativo sobre una cada vez más debilitada oposición, que a pesar de sus reclamos esta vez no presentó planilla.
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