“Tenemos que aplicar una estrategia de salida y escape hasta la próxima cumbre bilateral que dará continuidad a la efectuada en Brasilia el lunes 20. Aumentar del lado brasileño es prácticamente imposible”, recordó el exgerente de la local Administración Nacional de Energía (ANDE), Fabián Cáceres.
Hay que ser prácticos y pragmáticos –subrayó el especialista. Una eventual venta de nuestra energía al mercado brasileño no será posible en el corto plazo, pues dependerá de la revisión del Anexo C del Tratado (sobre las ventas de excedentes de energía por cada uno al otro país).
Cáceres recordó que “aumentar (el aporte) del lado brasileño es prácticamente imposible”, ante la posición del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de disminuir su tarifa “para que sea más competitiva hacia el desarrollo industrial”.
Según el exgerente de la ANDE, mientras se mantenga la indefinición de la tarifa 2024 en la también llamada Itaipú Binacional, ambos países continuarán pagando el mismo precio de 2023, lo cual Asunción espera resolver durante la cumbre aquí entre Lula y el presidente del país, Santiago Peña.
De acuerdo con el diario local Última Hora, ambas partes mostraron la mejor disposición para mantener las conversaciones sobre el tema, igual que respecto a la revisión del Anexo C del Tratado bilateral.
El presidente Lula –afirmó, no obstante, la publicación- ponderó los avances de este año para ambos países, “porque finalmente terminamos de pagar la deuda que teníamos al empezar la construcción de Itaipú, hace 50 años”.
Por su parte, Peña destacó que saldar ese compromiso pendiente sobre la instalación de la Central constituyó un paso concretado entre ambos países, “cuyo mayor desafío es la producción de energía sustentable”.
La autoridad gubernamental destacó que su país tiene ahora la presidencia pro témpore del Mercado Común del Sur, mientras Brasil ejerce la titularidad del G-20, lo cual les convierte –opinó- en actores de relevancia, con importantes espacios para trabajar en conjunto e intereses mutuos.
El Tratado de Itaipú, firmado el 26 de abril de 1973, establece que Paraguay y Brasil deberán revisar las disposiciones del Anexo C al llegar a los 50 años de la entrada en vigor de este documento, plazo que se cumplió el 13 de agosto, reseñó Última Hora.
Esa parte del Acuerdo sobre la represa binacional establece que los dos Estados tienen derecho al 50 por ciento de la energía generada por la Central, la cual, de no ser usada totalmente por una de las partes, debe vender al otro socio el excedente a precios preferenciales.
La central hidroeléctrica de Itaipú (del guaraní “piedra que suena”), operativa desde 1984 y considerada la mayor productora de energía limpia del planeta, está situada entre las ciudades de Hernandarias, (Paraguay) y Foz do Iguaçu (Brasil), en la frontera entre ambos países sobre el río Paraná.
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