Las medidas punitivas, que incluye tortura y maltratos, aumentaron a un nivel sin precedente desde el inicio del nuevo ciclo de violencia en la región, el 7 de octubre último, señaló el organismo en un comunicado.
Ello contribuyó al agravamiento de las condiciones de salud de los prisioneros en general y a la propagación de algunas enfermedades entre sus filas, recalcó.
Al respecto, señaló que la mayoría de las celdas están sobrepobladas con más de 10 reclusos y criticó también las condiciones de aislamiento de muchos de ellos.
La continua política de hambruna en las prisiones y la falta de ropa adecuada para el invierno afectó sus condiciones de salud, así como la decisión de las autoridades penitenciarias israelíes de limitar los cambios de vestimenta, una situación que afectó el nivel de higiene, agregó.
El Club señaló que de continuar esa estrategia la salud de los detenidos continuará deteriorándose.
Según datos oficiales, a finales de diciembre último unos ocho mil 800 palestinos están encarcelados en Israel.
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