También convocó a garantizar la igualdad de condiciones para facilitar la cooperación entre el Sur y el Norte y viceversa.
El alto diplomático bolivariano manifestó que el G77 y China poseen los conocimientos y recursos necesarios para lograr la consolidación del derecho al desarrollo, y así dejar de depender de quienes, desde su egoísmo, “muestran todo tipo de trabas y mecanismos” para estancar nuestro progreso.
Gil exhortó a seguir trabajando para reestructurar el sistema financiero internacional, que conlleve a la democratización del mismo y “construir una cesta de monedas” para el intercambio comercial que permita derrotar definitivamente la hegemonía del dólar.
Además de construir una arquitectura económica internacional que conduzca a la toma de decisiones entre iguales, con equidad, solidaridad para conducir las nuevas y transformadas instituciones financieras internacionales, añadió.
El canciller venezolano demandó trabajar para crear mecanismos que permitan erradicar las condiciones de financiación que hacen de la deuda externa, “eterna e impagable” y apuntó que ya la hemos pagado varias veces y cada día debemos más.
Subrayó la importancia de “hacer más para erradicar” esa situación, y llamó a no permitir la aplicación de las “criminales, injustas e ilegales medidas coercitivas unilaterales” y neocoloniales que frenan nuestro desarrollo.
El jefe de la diplomacia bolivariana manifestó que desde Venezuela se continuará denunciando la imposición de esas medidas por parte de Estados Unidos y sus aliados satélites de la Unión Europea y otros países.
Agregó que estas mal llamadas sanciones se constituyeron en limitaciones y obstáculos para que el pueblo venezolano pueda alcanzar y satisfacer sus derechos económicos, sociales y culturales.
Gil reiteró la ilegalidad de estas medidas, consideró que son contrarias al derecho internacional, representan un obstáculo al derecho al desarrollo y limitan el crecimiento económico de los Estados, por lo que exigió su levantamiento inmediato.
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