Al hablar en la ceremonia de saludo por año nuevo con el cuerpo diplomático acreditado en Luanda, el mandatario se refirió a que el foco de su Gobierno ha estado en la preservación de la paz y armonía entre las naciones, con vistas a asegurar el desarrollo económico y social de sus respectivos pueblos.
Refirió que en ese camino continuarán en el 2024, año en que esperan intensificar las relaciones bilaterales, “con el objetivo de construir una base de confianza recíproca y sólida que permita desarrollar una cooperación mutuamente ventajosa”.
El jefe de Estado transmitió, a través de los presentes en el acto celebrado en el Palacio Presidencial de Ciudad Alta, el interés de Angola en acoger la inversión privada de empresarios motivados por el mercado nacional y sus numerosas oportunidades de negocios.
Mencionó como logros del país en el 2023 la construcción de importantes infraestructuras viales, portuarias, aeroportuarias y energéticas, con realce para el nuevo aeropuerto internacional António Agostinho Neto.
Se trata de prioridades para el desarrollo angoleño, apuntó, y destacó la concesión del Corredor de Lobito a un consorcio internacional para realizar importantes inversiones allí, de manera que se pueda garantizar un camino más corto, seguro y barato para el comercio entre los países del centro y sur de África.
Reseñó igualmente el compromiso de Angola con las organizaciones donde desempeña la presidencia pro témpore, así como con la promoción de iniciativas para la resolución de conflictos en la República Democrática del Congo, la República Centroafricana, Mozambique y Sudán.
El mandatario angoleño alertó sobre los cambios de gobierno por mediación de la fuerza en el continente, los cuales volvieron a ocurrir con frecuencia e impunidad, en flagrante violación de los principios de la Unión Africana y las Naciones Unidas.
“Una actitud pasiva y contemplativa de los propios africanos y de sus socios internacionales delante de estos hechos estimula su repetición y proliferación”, remarcó.
Enfatizó que esta situación constituye un grave peligro de retroceso en las conquistas alcanzadas en términos de estabilidad política y social en el continente.
Dedicó amplias palabras a las confrontaciones entre Ucrania y Rusia, y la agresión israelí en Gaza, y exhortó a evitar que prevalezca la ley del más fuerte.
Llamó a la comunidad internacional a mantener su solidaridad con Palestina, un pueblo que tiene derecho a construir un Estado soberano en su territorio, y dijo que la aprobación de esa resolución es la única forma de poner fin al conflicto.
No es posible esperar a que el pueblo palestino sea aniquilado, subrayó Lourenço, y agregó que quedarse callados es ser cómplice de la muerte de numerosas personas, muchos de los cuales son niños. Al igual que el mundo fue solidario con Israel, corresponde serlo ahora con Palestina, acotó.
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