La nación guaraní está perdiendo la oportunidad de negociar su soberanía energética, ya que al parecer no cuenta con un plan claro, tanto de negociación como para el beneficio nacional, a partir del uso doméstico de ese recurso, a diferencia del país vecino, añadió el periódico.
“Nuestras autoridades –subraya Última Hora- en lugar de realizar propuestas estructurales para una transición energética justa y que nos lleve al desarrollo, continúan con el discurso de la herencia del gobierno anterior”.
Una negociación es difícil que salga bien en este contexto, considerando la visión estratégica y de largo plazo de Brasil, reflexionó el diario en un editorial, ante la inminencia de una cumbre en esta capital en presencia del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Ese segundo encuentro –recuerda la publicación- continuaría el diálogo en la nación vecina del líder brasileño y su par paraguayo, Santiago Peña, para avanzar en las transacciones sobre el funcionamiento de la también llamada empresa binacional Itaipú.
Lula señaló en la reunión en Brasilia, que duró seis horas y contó con los directores de ambas márgenes e integrantes de la mesa negociadora, la existencia de divergencias sobre la tarifa y la necesidad de negociar hasta encontrar una solución conjunta.
El mandatario paraguayo, por su parte manifestó su optimismo al asegurar que su gobierno “buscará el máximo beneficio”.
Mientras Lula “es consciente de una realidad que debe tomarse en cuenta, Peña –cuestionó el diario local- plantea un discurso negacionista y con escaso contenido político”.
El diario recordó que Asunción solicitó en diciembre un incremento de la tarifa, ahora de 16,71 dólares el kilovatio mensual, mientras la postura brasileña es mantener el pago actual, ya que su industria presiona para mantenerlo lo más bajo posible para potenciar el desarrollo industrial con energía limpia y renovable.
“Paraguay –subraya Última Hora- carece de una política industrial y su infraestructura para el consumo es mínima, por lo que está desaprovechando la oportunidad que le da ser uno de los países privilegiados con la producción de energía”.
Las estadísticas señalan –remata el diario- “una cobertura eléctrica de casi el 100 por ciento, pero su calidad es baja frente a estándares internacionales como el voltaje de suministro, las fluctuaciones, los cortes, el parpadeo, mientras los costos son elevados, tanto para los hogares como para el sector productivo”.
El Tratado de Itaipú, firmado el 26 de abril de 1973, establece que Paraguay y Brasil deberán revisar las disposiciones del Anexo C, al cumplirse 50 años de la entrada en vigor de este documento, plazo que se cumplió el 13 de agosto, reseñó Última Hora.
Esa parte del Acuerdo sobre la represa establece que los dos Estados tienen derecho al 50 por ciento de la energía generada por la Central, la cual, de no ser usada totalmente por una de las partes, debe vender al otro socio el excedente a precios preferenciales.
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