Tales exhortaciones aumentaron tras el triunfo del expresidente Donald Trump en las primarias de ayer en New Hampshire, donde algunos analistas apostaron a la posibilidad de una victoria de la también exgobernandora de Carolina del Sur, pero la realidad «se hizo añicos», afirmó un artículo de opinión publicado en The New York Times.
La contundente victoria de Trump en las asambleas electorales de Iowa, con una convincente en las primarias de New Hampshire, dejan a Haley sin un camino plausible hacia la nominación republicana, a menos que suceda algo extraordinario, advirtió el rotativo.
Algunos observadores políticos hablaron del empuje de Haley y de las vulnerabilidades del exmandatario como un elemento en el denominado Estado de Granito que obraría el “milagro” de una victoria para la política, que el pasado 20 de enero cumplió 52 años. “Querían creer (los que confiaron en un resultado favorable a Haley) que el control de Trump sobre el Partido Republicano podría estar aflojándose. Estaban desesperados por tener garantías de que no regresaría al 1600 de la Avenida Pennsylvania”, subrayó el material periodístico del Times.
Entonces, «tomó forma una narrativa ilusoria: los extravagantes votantes de New Hampshire se opondrían a los habitantes de Iowa y respaldarían a Haley. Los independientes abrumarían a los secuaces del MAGA (Make America Great Again, el movimiento de Turmp) y obtendría una victoria inesperada y luego”.
El autor del artículo irónicamente escribió que imaginaron que “en todo un país golpeado por Trump, los votantes de repente se darían cuenta de que tenían una alternativa” en Haley.
Pero, esa “linda ilusión”, apuntó el columnista, “simplemente se hizo añicos” con los cómputos de las primarias de New Hampshire.
“El escenario en el que se suponía que Haley derrocaría a Trump, ahora puede verse como lo que siempre fue: la última de muchas ficciones en las que aquellos de nosotros que tememos con razón la capacidad de la democracia estadounidense para sobrevivir a Trump buscamos consuelo”, acotó.
Nos dijimos a nosotros mismos que la investigación de Robert Mueller o el primer juicio político contra Trump o su segundo juicio político lo detendrían, o que el trabajo metódico del comité del Congreso que investigaba el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero sellaría su perdición política, añadió.
“Nos dijimos a nosotros mismos que no podría sobrevivir a cuatro acusaciones que abarcaban 91 delitos graves”, insistió el periodista al referirse al “temperamento demasiado volcánico y las mentiras demasiado escandalosas y ornamentadas de Trump”.
La noche del martes -apuntó el diario neoyorquino- Haley “puso una cara alegre y confiada en su derrota en New Hampshire (…) como un triunfo y una razón para seguir adelante con su campaña”.
Se burló de los expertos que, como expresó a sus seguidores en un mitin en Concord, estaban “desesperados diciendo que esta carrera había terminado”.
“Bueno”, continuó, “tengo noticias para todos ellos: New Hampshire es el primero en la nación. No es el último”, advirtió la exgobernadora.
Haley aseguró que “quedan docenas de estados por recorrer”, pero pocos, si es que hay alguno, lucen tan ideales para ella como lo fue New Hampshire, señaló el columnista.
“En su estado natal, Carolina del Sur, que vota en un mes, las encuestas la muestran detrás de Trump entre los republicanos por más de 25 puntos porcentuales”, puntualizó y anticipó que le sorprendería ver a Haley todavía en la carrera cuando llegue ese momento.
Los pronósticos apuntan a Trump como nominado de los republicanos. También mencionan que el venidero 5 de noviembre será una repetición de las elecciones de hace tres años. Tal vez, «…a menos que suceda algo extraordinario».
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