La malaria es la principal causa de enfermedad y muerte en muchos países de ingresos bajos, siendo los infantes y las mujeres embarazadas la población más afectada, señaló el portal scidev.net.
Hubo 608 mil fallecidos en 2022 a causa de la malaria en el mundo, el 95 por ciento de ellos en el continente africano, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el continente americano, en 2021 (último dato disponible de la OMS) se registraron 520 mil casos de malaria y alrededor de 120 muertes, lo cual supone un incremento de ocho por ciento de casos, pero un descenso de 26 por ciento de muertes.
Al menos 19 países y territorios no endémicos en esta región son considerados libres de transmisión de esta afección.
El Plasmodium vivax es el parásito predominante en tres cuartas partes de los casos notificados en esta zona mientras que en África es el P. falciparum.
La detección de la malaria en las personas que no presentan síntomas es fundamental para tener un mejor control de esta enfermedad tropical en las áreas endémicas, señalan los autores del estudio publicado en la revista The Lancet Microbe.
Los científicos de la Universidad de Washington y de los Laboratorios Med Biotech de Kampala, Uganda, señalan que, debido a la naturaleza cambiante de los patógenos de la malaria, las densidades del parásito en la sangre pueden caer repentinamente por debajo de los niveles de detección.
Esto se da especialmente cuando se usan pruebas más antiguas o menos sensibles y cuando las pruebas se realizan solamente en un determinado momento.
Los investigadores usaron herramientas de diagnóstico molecular ultrasensibles para evaluar a adultos entre los 18 y 59 años y a niños de 8 a 17 años, del distrito de Katawi, al este de Uganda, que tiene alta incidencia de malaria.
Ningún participante estaba tomando medicación contra la enfermedad y ninguna mujer estaba embarazada.
Los expertos examinaron muestras de sangre seca para detectar la presencia de ARN ribosómico de Plasmodium, que ayuda a producir las proteínas del parásito, para determinar y clasificar el tipo y las densidades del parásito durante un mes.
A pesar de que estas pruebas de detección se usaron en Uganda, una zona hiperendémica de malaria, especialistas coinciden en que también serían de utilidad en América Latina y el Caribe, debido a que no existen estrategias para la detección de asintomáticos y, cuando se realizan, se usan métodos convencionales y únicamente como parte de programas de investigación.
Sin embargo, sería necesario evaluar su costo-beneficio, ya que por ser una región donde la transmisión de malaria suele ser más baja que en África, la carga de asintomáticos resulta menor y por eso su detección suele hacerse por métodos de bajo costo como las pruebas serológicas.
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