Sin embargo, los resultados superaron fácilmente las expectativas de los pronosticadores y mostraron la resiliencia de la recuperación por la agitación económica que provocó la pandemia de la Covid-19, destacó el análisis.
Los datos publicados arrojan que el crecimiento a un ritmo saludable a finales del pasado año, puso fin a una etapa donde el desempleo se mantuvo bajo, la inflación se congeló y una recesión ampliamente prevista sigue sin señales de que sea inminente este año.
El gasto del consumidor, la base de la economía estadounidense, creció a una tasa anual del 2,8 por ciento, solo ligeramente más lento que el trimestre anterior.
Por su parte, el sector inmobiliario, que se vio afectado por las altas tasas de interés en 2022 y principios de 2023, creció modestamente por segundo trimestre consecutivo.
Cuando comenzó 2023 los expertos esperaban que la agresiva campaña de aumentos de las tasas de interés de la Reserva Federal hiciera retroceder la economía, en cambio esta se aceleró.
Los primeros pronósticos apuntan a un crecimiento continuo, pero aún lento, en los primeros tres meses de 2024.
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